Los ríos, lagos y mares recogen, desde tiempos inmemoriales,
las basuras producidas por la actividad humana.
El ciclo natural del agua tiene una gran capacidad de purificación.
Pero esta misma facilidad de regeneración del agua, y su aparente
abundancia, hace que sea el vertedero habitual en el que arrojamos los
residuos producidos por nuestras actividades. Pesticidas, desechos químicos,
metales pesados, residuos radiactivos, etc., se encuentran, en cantidades
mayores o menores, al analizar las aguas de los más remotos lugares
del mundo. Muchas aguas están contaminadas hasta el punto de hacerlas
peligrosas para la salud humana, y dañinas para la vida.
La degradación de las aguas viene de antiguo y en algunos lugares,
como la desembocadura del Nilo, hay niveles altos de contaminación
desde hace siglos; pero ha sido en este siglo cuando se ha extendido este
problema a ríos y mares de todo el mundo.
Primero fueron los ríos, las zonas portuarias de las grandes
ciudades y las zonas industriales las que se convirtieron en sucias cloacas,
cargadas de productos químicos, espumas y toda clase de contaminantes.
Con la industrialización y el desarrollo económico este problema
se ha ido trasladando a los países en vías de desarrollo,
a la vez que en los países desarrollados se producían importante
mejoras.
Para mayor informacion y agradecimientos al la pagina:
http://www.tecnun.es/asignaturas/Ecologia/Hipertexto/11CAgu/100CoAcu.htm
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